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Partidas Memorables - A.Romero - M.Outerelo - (Albacete -1989) - Comentada por GM Alfonso Romero.

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Hace pocas semanas contacté de nuevo con el que fue Sub-Campeón de Europa en 1985 y Campeón de España de Ajedrez en 1987; el amigo Alfonso Romero, Gran Maestro de Ajedrez, que tuve el honor de conocer en el Festival de Ajedrez que organizamos en Guardamar del Segura (Alicante) en abril del año 1997, coincidiendo con el Centenario de la repoblación de las Dunas de Guardamar, donde clasificó en tercer lugar empatando a 7 puntos, con el yugoslavo Slobodan Kovacevic, que fue segundo y con el Campeón del Festival, Jesús de la Villa.

Le comenté la posibilidad de poder compartir con tod@s los lectores de esta web de referencia ajedrecística, partidas o comentarios relativos a su obra, para el disfrute de tod@s.

Pues bien, desde estas líneas quiero agradecer, su colaboración desinteresada al hacerme llegar directamente partidas comentadas por el mismo, lo que es siempre un honor, para los que amamos este deporte, las cuales me dispongo a compartir, esperando que sea del agrado de tod@s vosotr@s.

Se que no es nada fácil, por su trabajo, atender todas las peticiones que recibirá desde varios puntos del planeta, por ello, especialmente valoro esta atención para con ajedrezmurciano.com

¡Agradecido enormemente Alfonso, por tu aportación a nuestra web!

Aquí os dejo una foto inédita del paso del G.M. Alfonso Romero Holmes, por el gran Festival que tuvo lugar en honor a un pueblo, Guardamar del Segura, que supo luchar y ganar la batalla a unas Dunas que invadían la población, aquel año de 1897.



PARTIDA MEMORABLE
Alfonso Romero Holmes - Manuel Outerelo Ucha
(Albacete-1989)

[Event "ALBACETE"]
[Site "?"]
[Date "1989.??.??"]
[Round "?"]
[White "ROMERO, A."]
[Black "OUTERELO, M."]
[Result "1-0"]
[ECO "A43"]
[Annotator "GM Alfonso Romero Holmes"]
[PlyCount "63"]
[EventDate "2018.09.11"]

{CONTROL DE LAS CASILLAS BLANCAS (o NEGRAS) Una lucha desigual, donde la
apertura juega un papel fundamental, y donde el control de las casillas
blancas (d5, c4) queda definido en una fase muy temprana. Las negras pelean
desesperadamente por ese control perdido y con su ruptura d5 sólo consiguen
acrecentar los defectos de su posición, al quedar en desventaja de desarrollo.
El resultado de las escaramuzas negras se salda con un débil peón aislado y la
presencia de un caballo blanco centralizado (e4) e inexpugnable. Los
movimientos de los peones por casillas negras se tornan decisivos en el final.
} 1. d4 Nf6 2. Nf3 c5 $5 3. d5 e6 4. Nc3 {En la última ronda del primer (y
único) GRAN PREMIO DE ESPAÑA debía ganar para empatar el primer puesto. Los
nervios suelen jugar malas pasadas en estos casos, así que es preferible
preparar mentalmente la dirección de la partida, el enfoque que le quieres dar.
Conociendo el repertorio de aperturas de mi rival, debía afrontar los pros y
contras en la elección de la apertura. Contra peón rey, mi salida habitual,
las negras no hubieran tenido inconvenientes en plantear la aguda Variante
Janisch de la Española. Si hubiera estado bien preparado teóricamente contra
esta línea secundaria tal vez mis dudas se hubieran disipado. Sin embargo,
para esta partida tan especial, deseaba que la posición tomara otro carácter.
Para paliar mi estado de tensión, deseaba que prevalecieran lentas y numerosas
maniobras, donde pudiera mantener una leve pero duradera ventaja posicional,
esperando que llovieran los micro-errores. En una posición simple, de cauces
tranquilos, mis nervios aguantarían más la presión del momento. Todas estas
consideraciones se aliaban inevitablemente con la defensa que presumiblemente
iba a adoptar mi adversario en caso de salir de Peón Dama. Outerelo, un
destacado jugador que representó a España en el Campeonato de Europa de
Selecciones Nacionales, había empleado esta defensa dos rondas antes, y
parecía haberla analizado profundamente, hasta el punto de confiar ciegamente
en ella. Mi decisión tenía sus dosis de riesgo, puesto que la posibilidad de
caer sorprendido en la apertura no ser podía descartar.} Nxd5 {Rutinario. Es
interesante estudiar las consecuencias del gambito 4...b5. Si se aceptara, las
negras se apoderarían del centro y obtendrían buen desarrollo de piezas: 5.
dxe6 fxe6 6.Nxb5 d5 7.e3 a6! - antes de que las blancas preparen el avance c4
- 9.Nc3 Nc6. Las blancas serían más sensatas si denegasen esta oferta y
pensasen en continuar su desarrollo, escogiendo la continuación 5.Bg5!? b4 6.
Ne4 Bb7 7.c4 con juego absolutamente incierto. Esta línea toma como punto de
referencia una variante que estuvo de moda hace unos años: 1.d4 Nf6 2.c4 e6 3.
Nf3 a6!? 4.Nc3 c5 5.d5 b5 6.Bg5 b4 7.Ne4, y que se considera muy favorable al
blanco. En resumen, todas estas variantes hubieran cambiado repentinamente mi
enfoque previo a la partida y mi situación psicológica se hubiera visto
alterada. Es conveniente recordar entonces que tu enfoque previo no debe ser
inflexible, lo que equivale a desechar caprichosamente toda clase de
complicaciones que surjan en el tablero, aunque sean absolutamente necesarias
para mantener la ventaja. Un jugador siempre debe estar preparado para
adaptarse a cualquier situación.} 5. Nxd5 exd5 6. Qxd5 Nc6 7. e4 {De este modo
las blancas reafirman su control del centro. La casilla "d5" se convierte en
el objetivo principal de la batalla, y las negras deberán tratar de luchar por
ella aprovechando los tiempos ganados en el ataque a la dama, habitualmente
jugando d6 y Be6. Otra posibilidad es acelerar el desarrollo mediante 7.Bg5
Be7 8 0-0-0. Una interesante contribución a la teoría es una idea de Outerelo
que fue experimentada en este mismo torneo frente al MI Rafael Alvarez: 7...
Qa5+ 8.Bd2 Qc7 9.e3, y ahora en lugar de 9...Be7 era preferible 9...d6! para
seguir con Be6 y d5.} Nb4 $6 {Una idea lógica pero difícil de ejecutar. Las
negras tratan de eliminar de una vez su peón retrasado "d", pero a costa de
ceder su ventaja de desarrollo y permitir que se abran algunas líneas de
actuación contra el rey negro. Las negras disponían aquí de otras dos
oportunidades: 1) 7...d6, que permite 8.Ng5 Qc7 9.Bc4 Ne5 10.Bb5+ Bd7 (10...
Nc6 sería un error debido a 11.Nxf7!) 11.Bxd7+ Qxd7 12.Bf4 con ventaja, tal
como ha quedado demostrado en varias partidas entre maestros. 2) 7...Be7 8.
Bc4 0-0 9 0-0 d6 y aquí las blancas tienen dos formas diferentes de orientar
la lucha. Una es la siempre efectiva 10.Qh5!?, tratando de eliminar el
importante alfil que defiende la cadena de peones d6-c5, tras 10...Be6 11.Bxe6
fxe6 12.Ng5 Bxg5 12.Bxg5. Un ejemplo práctico lo tenemos en la partida Khenkin
- Kutuzovic, Pula 90: 12...Qc7 13.Rad1 h6 14.Bh4 Nd4 15.c3 Ne2+ 16.Kh1 Rf4 17.
g3 Qf7 18.Qxf7+ Rxf7 19.Rd2 donde si bien las blancas tienen ventaja, es
difícil de materializar. Si el jugador de blancas aspira a concretar su
ventaja fiel a su primera idea, es decir, "atornillando" la casilla d5 y
ejerciendo una fuerte presión por la diagonal a2-g8, recomiendo aquí seguir 10.
Qd3 Ne5 11.Nxe5 dxe5 12.Qg3.} 8. Qb3 $1 {La primera vez que llegué a esta
posición jugué sin pensar mucho 8.Qd1, en mi creencia de que la ruptura 8...d5
no era buena, ya que tras 9.exd5 Qxd5 10.Bb5+ Bd7 11.Qe2+ Be7 12 0-0 (si 12.
Bc4 Qf5 13 0-0 Qxc2!) 12...0-0 13.Bc4! las blancas consiguen un buen juego de
piezas. En efecto, en el torneo de Portugalete de 1986, el MI Ochoa no se
atrevió a realizar dicha ruptura, pero el remedio fue peor porque perdió un
tiempo importantísimo: 8...d6 9.c3 Nc6 10.Bc4 Be7 (en caso de 10...Be6 podía
seguir 11.Bxe6!? fxe6 12.Bf4 Be7 13.Qb3 Qd7 14 0-0-0) 11.Bf4 Impidiendo un
eventual Ne5 de las negras. 11...Qc7 12 0-0 0-0 (no era posible 12...Ne5 13.
Bxe5 dxe5 14.Qd5!) 13.Bd5 El blanco ejecuta su plan de manera anticipada 13...
Ne5 14.Nd2 (el caballo busca una mejor situación en el tablero. También era a
considerar 14.Bxe5 dxe5 15.Qb3) 14...Be6 Perdiendo la paciencia 15.Bxe6 fxe6
16.Bxe5 dxe5 17.Qb3 Qc6 18.Nc4! Bf6 19.a4 b6 (si 19...Qxe4 20.Rad1! para Nd6)
20.f3 Rfd8 21.Rfd1 Kf7 22.Qb5 Qc7 23.Rxd8+ Rxd8 24.a5 con ventaja decisiva:
Romero Holmes,A – Ochoa de Echagüen,J. El final de la historia se refiere a
la presente partida, que tuvo lugar tres años después de aquélla. Frente al
teórico jugador español, descarté de entrada la jugada 8.Qd1, sin análisis por
medio, temiendo que verdaderamente funcionara 8...d5. Mi intuición, en este
caso, fue buena. Después de la secuencia 9.exd5 Qxd5 10.Bb5+ Bd7 11.Qe2+ Be7
12 0-0 Bxb5! (en lugar de 12...0-0) 13.Qxb5+ Qd7 14.Qxd7+ Kxd7 surge una
posición interesante desde el punto de vista del estudio práctico: El rey
negro, de repente, se encuentra en el centro del tablero y en una posición
relativamente abierta. Estos dos ingredientes, por sí solos, serían
suficientes para emitir una clara sentencia a favor del primer bando, pero en
ajedrez nunca está dicha la última verdad y es necesario tener en cuenta otros
factores. La simetría en la estructura de peones, el tiempo ganado en el
ataque del peón "c2", y por último, el hecho de que después de la jugada "f6"
el caballo blanco tarda su tiempo en volver al fragor de la batalla, son más
que razones estimables. Consideremos una secuencia más o menos lógica: 15.
Rd1+! Ke8! 16.c3 Nc6 17.Be3 f6 seguido de Rd8, alcanzando una igualdad
aproximada.} d5 {Consecuente con la séptima jugada negra. La lucha por el
control de la casilla "d5" es a todas luces desventajosa para las negras, que
abren excesivamente su posición, implicando en esta acción a su rey.
Efectivamente, las blancas van a ganar así un importante tiempo para crear
amenazas sobre "f7", que sólo pueden ser rechazadas con ciertas concesiones
posicionales.} 9. exd5 {9 c3 permite 9...dxe4} Qxd5 10. Bc4 $1 Qe4+ {En este
momento las dos posibilidades existentes, 11.Kd1 y 11.Kf1, me parecían
prometedoras. Y dicho esto, debo confesar que en otras circunstancias me
hubiera inclinado por la mejor jugada, 11.Kd1!, que lamentablemente es la más
espectacular. De nuevo el espíritu pragmático con el que afrontaba esta
partida me obligaba a elegir la continuación más segura, con la enfermiza
intención de pasar a un final comfortable. ¿Cuáles hubieran sido las
escaramuzas tácticas que hubiera aportado la aventurera 11.Kd1? Única me
parecía 11...Be7 12.Bxf7+ Kf8 13.Re1 Qg4 (y aquí clausuré mi breve análisis)
pero es muy fuerte en estos momentos 14.h3! Qxg2? 15.Rxe7! Kxe7 16.Bg5+ Kf8 17.
Qe3! Kxf7 18.Qe7+ Kg6 19.Nh4 ganando la dama. Si las negras jugaran 14...Qd7+
(en lugar de 14...Qxg2) no hay compensación suficiente tras 15.Bd2.} 11. Kf1
Be6 {Única.} 12. Bxe6 Qxe6 13. Qxe6+ fxe6 {El peón "e6" no es, pese a lo que
se pueda creer, una gran debilidad, ya que en un final puede ser fácilmente
protegido. A priori, más problemáticas parecen las casillas "e5" y "e4", donde
las negras no presentan gran oposición a la incursión de una pieza agresora.
Las esperanzas de este bando quedan depositadas en su alfil, defensor de la
casilla "e5".} 14. c3 Nd3 $5 {Un intento de pescar en río revuelto y
desequilibrar la lucha. Evidentemente, tras la continuación normal 14...Nc6
las negras debían prepararse para una ardua defensa.} 15. Ke2 {La jugada
natural, pero no la más precisa. Es cierto que tanto 15.b3, que sería
respondida con la activa 15...c4!, como el desarrollo del alfil por "e3" (15...
Nxb2 16.Rb1 Na4!) no eran buenas soluciones, pero sí en cambio el bonito salto
15.Ng5!, que me hubiera proporcionado un juego más ventajoso.} O-O-O {Lo mejor,
defendiendo el peón "b". Ahora no era tan interesante jugar 15...c4, y no
porque las blancas puedan jugar 16.Be3, que sería respondida con 16...Bc5! [16.
..Nxb2 otorga una rápida iniciativa a las blancas en la variante 17.Rhb1 Na4
18.Rxb7 Nxc3+ 19.Kf1 y se combinan las amenazas sobre a7 y en el centro: Bd4,
Re1] 17.b3 Bxe3 18.Kxe3 b5 19.bxc4 (19.a4, Nc5) 19...bxc4 20.Rhb1 0-0! con
buen juego. La razón principal es que las blancas dispondrían de una segunda
oportunidad para jugar 16.Ng5!.} 16. b3 {Necesaria, a pesar de que una jugada
como 16.Ng5 se te vaya de las manos. Sin embargo, en este momento sus
consecuencias no serían del todo positivas tras 16...Rd5! 17.Ne4 c4. Las
negras encontrarían mucho contrajuego llevando su peón hasta "c4",
consolidando su caballo y liberando un poco más a su alfil. La variante 18.Be3
Nxb2 19.Bxa7 Ba3! (también parece interesante 19...Na4 20.Bd4 Bc5 o bien 20...
e5!? 21.Be3 Ba3) 20.Bd4 e5 21.Be3 Nd3 refleja bien claramente los
inconvenientes de permitir el avance del peón "c" negro.} Nxc1+ {La activa 16..
.c4 es precipitada: 17.bxc4 Bc5 18.Be3 Bxe3 19.Kxe3 Nb2 20.Ne5! con ventajosas
perspectivas.} 17. Raxc1 Be7 {Las negras tratan de liberarse a cualquier
precio. Amparadas en la táctica no están permitiendo ahora la maniobra típica
Nd2-e4 (18.Nd2 Rxd2+!), y probablemente están amenazando ya expandirse en el
flanco de rey mediante el avance g5-g4, ofreciendo "aires nuevos" al sumiso
alfil. Es de sobra conocido que el equipo torre-alfil es, por lo general,
superior al dispositivo torre-caballo. Pero para ello es necesario que el
alfil tome parte activa en la lucha, lo que todavía no es el caso. Así pues,
sólo si las negras ganaran territorio, podrían aprovechar esta poderosa
combinación que resulta de unir estas dos piezas. Las blancas, por
consiguiente, deben tratar de impedir cualquier posible reacción.} 18. h4 {
¿Urgía tanto abortar ese intento de las negras? La primera consideración
general era buscar el cambio de una torre para simplificar la tarea de
concretar la ventaja. Pero tras la jugada 18.Rhd1 temía alcanzar posiciones -
sin posible vuelta atrás - en las que se esfumaran todas mis opciones de
victoria. Por ejemplo: 18...g5 19.h3 (cambiar las torres no es claro después
de 19.Rxd8+ Rxd8 20.Rd1 Rxd1 21.Kxd1 g4) 19...h5 (o 19...Rdf8!? manteniendo
las dos torres, para intentar el juego activo) 20.Rxd8+ Rxd8 21.g4 Bd6! 22.Rd1
hxg4 23.hxg4 Bf4 24.Rxd8+ Kxd8 y no es claro que se obtenga el punto entero.
La decimoctava jugada blanca no sólo da la razón al negro. Mi idea al realizar
esta jugada responde también a mis intereses: intentar atrapar las casillas
negras con mis peones (de modo que limite la acción del alfil negro) y
conseguir hacer valer la maniobra Nd2-e4, obteniendo una magnifica casilla
central (inexpugnable) para el caballo. Por otro lado, siempre pensé que había
tiempo para un oportuno cambio de torres.} Rhf8 $6 {Un desliz. Las negras
tenían ante sí una buena oportunidad de crear problemas a las blancas,
tratando de activarse con 18...Rd5, o bien con 18...Bf6. Con el primer
movimiento prácticamente forzarían a 19.c4 (ya que 19.Rhd1 permite 19...c4! 20.
bxc4 Ra5 21.Rc2 Bf6 con contrajuego) y ahora podrían disponer de la casilla
"d4" para el alfil, aunque también es verdad que desde allí puede desempeñar
un papel simplemente decorativo. La segunda posibilidad (18...Bf6) buscaría
cierta actividad tras 19.Rhd1 Rxd1 20.Kxd1 Rd8+ 21.Ke2 (21.Kc2!?) 21...c4 22.
bxc4 Rd6 esperando que las blancas no puedan coordinar bien su defensa del
flanco de dama. La continuación 23.g3 Ra6 24.Rc2 Rc6 25.Nd2 Kc7 26.Kd1 (para
27.Kc1 y 28.Kb2) se queda en punto muerto, ya que es de temer el sencillo
recurso 26...Rb6+ 29.Nb3 Rb4! 30.c5 Rc4. En mi opinión las blancas disponen
de una buena jugada para evitar el terrible contrajuego negro. Siguiendo 19.
Nd2! se mantendrían las ventajas de la posición.} 19. Rhd1 Rd5 20. Rd3 {
Para atacar desde la tercera fila la debilidad "e6", con lo que prácticamente
se fuerza al cambio.} Rxd3 {El intento de liberarse con 20...c4 era igualmente
insuficiente tras 21.bxc4 Ra5 22.Rc2 Bf6 23.Re3!. A partir de ahora las negras
deben contentarse con permanecer a la expectativa} 21. Kxd3 Kd7 22. Ke3 Bd6 23.
g3 {Las blancas llevaron a buen término su plan de contención. Los peones
blancos situados en casillas negras forman una pintoresca barrera en su lucha
contra el alfil. Después de la última jugada ya se puede adelantar que el
alfil va a tener un marco de actuación más bien pobre y que el dispositivo
torre-alfil no coordina todo lo bien que sería deseable.} Ke7 24. a4 {
Finalmente, las blancas eliminan del todo la posible expansión negra en el
flanco de dama. Ahora la secuencia a6 y b5 sólo podría favorecer mis intereses
blancos, al abrir la columna a para la torre. Con esta jugada se pone en
marcha otra amenaza potencial: el peón "c". Cuando el caballo llegue a e4 y
obligue a un posible b6 para defenderlo, una jugada del tipo "a5" puede abrir
una entrada por la columna "a".} c4 $2 {Una posibilidad activa que llega tarde.
El peón "c" quedará débil y la torre negra no podrá penetrar por "d3". Esta
jugada plantea crudamente los inconvenientes a los que se enfrenta un bando
cuando evita toda actividad durante la partida y elige en un momento de
desespero una falsa reacción. La intuición del peligro debe llegar mucho antes,
y distingue a los más grandes jugadores.} 25. b4 $1 Bc7 {Más interesante
parecía 25...a5. Obviamente las blancas habían tenido que prever las
consecuencias de esta interesante réplica al decidir jugar 25.b4. La mejor
continuación es 26.bxa5 Bc5+ 27.Ke2 Kd6 28.Rb1 Rf7 (no hay respuesta
satisfactoria: si 28...Kc6 29.Ne5+, y si 28...Kc7 29.Rb5! obligando al alfil a
tomar una difícil decisión: 29...Ba7 30.Rb4) 29.Rb5! (las blancas amenazan 30.
Ng5 o 30.Nd2, al "tocar" el alfil) 29...Ba7 30.a6! bxa6 31.Ra5 ganando.} 26.
Ke2 {El retroceso vale la pena. Ahora el peón "c" será difícil de defender.} a6
$2 {Clásico error con poco tiempo disponible y en posición problemática.} 27.
a5 Kd6 28. Rd1+ Kc6 29. Rd4 b5 {En caso de 29...Kb5 30.Rd7 decide.} 30. axb6
Bxb6 31. Rxc4+ Kd5 32. Rg4 {Y LAS NEGRAS ABANDONARON, ante la amenaza c4.} 1-0

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